Copywriting para gente sencilla

La siesta, la tortilla de patata y el vermú.

Quejarse, la mala hostia, la sobremesa o el “trabaja 1 y miran 7”.

Y lo que más me gusta, sin duda: el queridísimo refranero.

¿Sabes qué tienen en común todas estas cosas?

Que son perlas costumbristas del siglo XXI de las que te charlaremos más adelante, pero para ello es necesario que primero te hable sobre mi amiga Paca.

La Paca es un ser maravilloso a la que sobre todo le gusta la tertulia y la sobremesa. Pues en la sobremesa del domingo, me contó que se había incorporado a su trabajo una compañera china, Mei.

Mei apenas sabe castellano, y la Paca, que es más maja que las pesetas, pues allá que fue: inmersión cultural en 3, 2, 1…

No sé en qué punto de la conversación trató de hacerle una visita por las maravillosas costumbres españolas; que si el aceite de oliva, el chocolate con churros, las croquetas y otros placeres gastronómicos, no sin, por supuesto, soltarle una apasionante retahíla de refranes.

Aquí viene lo bueno.

Todo este despliegue cultural que le hizo la Paca era para adentrarla en nuestro costumbrismo, aunque por mucho que le contara, este se siente o no se siente.

Pero hay una perla costumbrista sobre la que no le habló y me parece de las más importantes que tenemos. 

Una que debemos preservar a toda costa, que con una amplía tradición a sus espaldas, todos y cada uno de nosotros hemos sentido alguna vez. Presente en las cenas navideñas, vacaciones o cumpleaños. Y que más allá de su origen se ha ido extendiendo en la sociedad como una plaga.

La odiamos y la queremos a la vez, porque sin ella, a nuestra sociedad le faltaría algo:

los cuñaos

Los cuñaos son seres antiquísimos de los que apenas se tiene constancia cronológica de su aparición. Existen algunos datos no contrastados que hablan de primeras muestras biológicas en el Cuaternario tardío, en concreto durante la Edad de Hielo.

Caracterizados como auténticos semidioses que controlan todas las áreas del planeta: economía, música, arte, medicina, electrónica, leyes e incluso copywriting, por supuesto.

Es decir, que saben de todo, pero es que además tienen la razón. 

La verdad absoluta surge de ellos, les encanta opinar gratis y si metes la pata en algo, sus frases estrella son “te lo dije” o “yo eso te lo hago por menos dinero y mejor”.

Te cuento...

Tengo un servicio, solo uno,

que pretende precisamente, mantener alejado a tu cuñao de tu negocio. Creo que es una pésima combinación, la verdad.

«Que no lo haga tu cuñao» es una auditoría de copywriting para todos aquellos que tienen o han tenido cuñaos, pero también para ti si:

Quieres ahorrar tiempo en tener una web decente con la que vender sin grandes florituras y lo mejor, escrita por ti, no por tu cuñao.

Has contratado un diseñador o te has vuelto loco con los colores, pero ahora llega la hora de ponerte a escribir… “Mi má que pánico, ¿y qué digo?”

Te gusta escribir, piensas que tú puedes hacerlo pero hay algo que te falla; llámalo estrategia o no tener ni **** de por dónde tirar.

Quizá no puedes invertir en una persona que escriba tus textos o tienes miedo de que no pueda hacerlo bien (te aseguro que si es un buen copy, esto no va a pasar)

Estás hasta las narices de mirar qué hacen los otros en sus webs y los ojos te hacen chiribitas.

La gente te dice que eso es una chorrada, que para que te compren por internet solo te hace falta cuatro colores y unas fotos bonitas (¡alerta!, huelen a cuñaos)

El objetivo de esta auditoría es que

tú mismo escribas los textos.

Y esto va a pasar por dos simples motivos:

El proceso es fácil y sencillo: con este servicio recibes todos los pasos a implementar desde el momento que caen en tus manos.

El método es objetivo y profesional: a veces nos ofuscamos demasiado con algo y solo necesitamos el punto de vista externo de un profesional que nos ayude a desenredar el nudo.​

¿A qué metemos mano?

Cada persona es un mundo y cada página también perooo sí o sí haremos un repaso por…

¿Y a cómo va el kilo?

Enhorabuena, acabas de llegar al apartado que andabas buscando como un desesperado por toda la página.

Antes yo también era de esas personas que siempre buscaba el precio del kilo más barato, lo que se ha traducido en que en muchas ocasiones he acabado comiendo auténtica basura.

Ahora prefiero la calidad a la cantidad, y no me dejo guiar por los números. A ver, si son desorbitados, pues sí, que tampoco soy gilipollas.

El precio de la auditoría es de 280€ sin IVA.

Un precio más que razonable para tener una web decente. La verdad, que ahora que lo pienso, es bastante barato, así que no dudo en que aumente dentro de poco.

Si le preguntas a tu cuñao, te dirá que ni loco.

“Eso es carísimo, ¿280€ por escribir cuatro palabras?. Eso te lo hago yo en media mañana y gratis”.

Esa es la otra opción, y eres libre de elegir la que más te convenga.

¿Cómo contratar la auditoría “qué no lo haga tu cuñao” ?

  1. Pinchas en cualquiera de los botones o aquí mismo, y reservas un día de los disponibles para hacer una videollamada de máximo 60 minutos en los que alcahueteraré todo sobre tu negocio. Para que me siente a trabajar más motivada que la Raimunda limpiando la tumba de sus padres, la auditoría se abona por adelantado.
  2. Después, te enviaré unas preguntas enfocadas en tu caso concreto para tener toda la información que necesito a la hora de realizar la auditoría.
  3. Una vez recibido el formulario de vuelta, me remango y me pongo a trabajar. En un máximo de 15 días naturales te devuelvo todos los pasos a implementar en la web.

Recibirás un pdf con las acciones concretas y un vídeo grabado comentando cada una de ellas. Por si algún día te da más pereza leerlas y prefieres la versión vídeo y palomitas.

"El Cotilleo"

¿Qué hay más costumbrista que el cotilleo?

Mi nombre es Adriana, y soy la que cierra los ojos con gustera en esta foto.
Podría contarte muchas cosas, al fin y al cabo esta sección es para eso, puro fisgoneo, pero solo te diré que he hecho de todo en esta vida (laboralmente hablando), y volvería a hacerlo una y mil veces.

Porque de cada trabajo, de cada jefe e incluso de cada compañero he aprendido algo (eso no quiere decir que haya sido todo de color de rosa, para nada). Lo más valioso que tengo lo he sacado de mis experiencias.

Y como me va la marcha, pues hace unos años me hice autónoma.

Y como todavía me va más, actualmente trabajo en una empresa de aquello que me gusta, pero también soy autónoma. Olé yo y la meritocracia implantada en toda mi generación, exhausta, por supuesto.

Vaya, que la cara de gustera se me va quitando.

Así que si quieres saber más, te cuento 3 chismes sobre mí, para que los comentes con tu vecina en el ascensor:

  • a veces maqueto libros

  • a veces escribo

  • a veces serigrafío

Me encanta el olor a papel y tinta, y cuando tengo un libro en mis manos siento una enorme felicidad. Así que lo de dedicarme a escribir, estaba cantao.

También me va la ironía y el humor.

Así que ya puedes respirar porque en “el cotilleo” no voy a tratar de venderme diciendo que he ayudado a tropecientas mil personas a mejorar sus mensajes y vender más, y bla, bla, bla.

Lo primero porque no conozco a tropecientas mil personas, y lo segundo porque lo único que me importa es ayudarte a ti cuando me compres la auditoría.

Aquí estamos para ganar dinero: tú mejorando tu web y vendiendo más, y yo ayudándote a ello.

“Las Quejas”

No hace falta que tengas cuñao legalmente, si vendes un producto o servicio y por el motivo que sea no te apetece contratar un profesional para que los redacte, o estás más perdido que un pulpo en un garaje, pues ya estaría.

Eso sí, solo hago auditorías, los milagros a Lourdes.

Te entregaré un plan de acción para que lo puedas implementar al minuto de tenerlo entre tus manos, pero sobra decir que si no lo haces, supongo que nada cambie.

Desde que recibo el formulario tardo 15 naturales en enviártelo.

Lo haré vía email, y si por el motivo que sea tienes alguna duda, puedes contactarme por el mismo medio durante los 15 días siguientes. Me interesa que todo lo que te envíe sirva para algo, así que si tienes dudas, deberemos solventarlas.

Pinchas en cualquiera de los botones de la página o en este mismo y reservas un día y hora de los disponibles. Después realizas el pago.

Y voilá, ese día tendremos nuestra primera cita.

Para poder dar un buen servicio, solo hago 2 auditorías al mes. Habrá meses que ofrezca más y quizá alguno que no ofrezca ninguna. Así que si te interesa realmente, resérvala cuanto antes, porque ¡nunca se sabe!

Cuéntame ¿cómo te ha ido?

Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

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